El día 2 de febrero se festeja en Francia la Candelaria, es el día de los crepes. Es también una fiesta cristiana que celebra la presentación de Cristo en el Templo. La tradición de los crepes se remonta a un papa del siglo V que, según se cuenta, ofreció crepes a los peregrinos que llegaron a Roma en ese día. Por lo tanto, se trata de una antigua tradición, anterior incluso a estos orígenes cristianos.
Según la tradición, debían encenderse velas en las iglesias a medianoche como símbolo de la purificación y para recordar que Cristo es la luz del mundo. Después, los cristianos se llevaban las velas para proteger su hogar. El nombre francés de esta fiesta, que se ha convertido en laica, la Chandeleur, recuerda a sus orígenes lejano: la festa candelarum o fiesta de las candelas.
Purificación, fertilidad, nacimiento y última fiesta del ciclo de Navidad… Los crepes resumen todos estos símbolos. Hacerlos a la luz de las velas -con una moneda de oro, un franco o un euro en la mano- es una promesa de prosperidad para el año venidero. Esta fiesta constituye un sabrosa pausa en pleno invierno mientras que, como dice el refrán «à la Chandeleur, l’hiver se meurt ou prend vigueur» (en Candelaria, el invierno muere o se hace más fuerte). france.fr
Veamos este vídeo con su historia explicada en francés prestando atención a lo que oímos para comprender las ideas generales.
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